Publicación dirigida por Horacio Blanco Fombona, fue suspendida su circulación y expulsado su director del país, por las autoridades norteamericanas de ocupación, en noviembre de 1920, por haber publicado el retrato de Cayo Báez, con señales de tortura luego de que los interventores lo apresaran. Reapareció el 12 de diciembre del mismo año, bajo la dirección de Quiterio Berroa.