Carlos Jiménez, vecino de Monte Plata, obtiene un poder especial otorgado
por Fernando Severino e Hipólito Benítez, para que intervengan en lo
relacionado con las personas e intereses de los menores Eva y Samuel,
huérfanos de Remigio Jiménez y María Martínez, vecinos de Bayaguana.
Carlos Jiménez, vecino de Monte Plata, obtiene un poder especial otorgado
por Fernando Severino e Hipólito Benítez, para que intervengan en lo
relacionado con las personas e intereses de los menores Eva y Samuel,
huérfanos de Remigio Jiménez y María Martínez, vecinos de Bayaguana.